Bueno, pues con las bolas enmoldadas pretendía hacer unas flores, extrañas, pero flores. Pretendía que fueran parte de una pieza que estoy montado, con la que a su vez pretendía presentarme a una convocatoria para una exposición colectiva a unos cuantos miles de kilómetros.
Finalmente tengo unas cascaras de huevo y también unas flores-lámpara-medusa que ya os enseñaré cuando descubra cómo ponerles un tallo; la pieza a la que iban destinadas se ha quedado en stand by, pero he mandado otra que encaja bien con la convocatoria. A ver si hay suerte…
Para conseguir la firmeza que necesitaba para hacer la segunda pieza, endurecí ligeramente una gasa de seda. Y el resultado me ha parecido una maravilla!
Gracias a los astros hice dos medias esferas, una se ha convertido en una amapola (ese era su objetivo) y la otra la he podido dejar así, una cálida cúpula que creo que va a encontrar una habitante.